lunes, 22 de octubre de 2012

POÉTICAS Y MUNDOS IMAGINARIOS

POÉTICAS Y MUNDOS IMAGINARIOS


ALEJANDRA GUARANGUAY
Licenciada en Lengua Castellana y Literatura, Su trabajo de investigación se titula: La Organoléptica en el abcdario con los Niños de Primero de Primaria de la I. E. M Centro de Integración Popular-Sede Enrique Jensen.  Actualmente se desempeña como docente en la Academia El Quijote- San Juan de Pasto, 2012

VERDE

Escribiré poemas para ti,
Día con día sabrás que
Un segundo de tú vida
En la mía, es lo más grande
Que puedo tener.

Usaré de las flores sus olores y
Cobijaré con ellos los momentos
Más hermosos que he pasado contigo,
Así te sentiré a cada instante.

Caminaré tomada de tu mano
Por el verde,
En la agonía de no saberte mío,
Pero sin perder la esperanza.

Al final del camino
Habrá la más dulce despedida
Envuelta en un beso.


MISTERIO

Hay misterio,
Misterio por descubrir
El sabor de tus besos,
Misterio por sentir
Lo suave de tus caricias,
Misterio por descifrar
La luz de tus ojos,
Misterio por saber
Qué dice tu pensamiento,
Misterio por saberme
En tus recuerdos,
Misterio, misterio, misterio
Por encontrar los caminos
Que nos unen.
Cuando suceda, tú y yo
Estaremos juntos
Descubriendo ese misterio.

LOCOS…

Eres un loco
Que ha ahondado en mi locura,
Eres el pensar de mis pensares,
El amor de mis amores
Y no eres más loco aún
Porque mi locura no lo descubre.
Y si descubriera esa locura
Terminaría por abrazarte,
Y entre tus brazos y los míos
Concluiríamos esta locura.


SONRÍE

Me despierto y sonrío,
Sonrío porque en ese instante
Presiento un beso tuyo.

Si me acuesto
Me persigue tu recuerdo
Y como un pez en su pecera,
Tu nombre da vueltas en mí
Cabeza.

En las noches me despierto,
No porque me haya visto alguien,
Por el contrario
Un abrazo tuyo hace
Parte de esos sueños.

En ese preciso instante
Despierto  y
Sonrío…

NO LO DIGAS

No lo digas porque me lo creo.

No digas:
Mi amor
Te quiero,
Mi corazón
Mi vida
Te adoro
Te amo
Me pides que no lo diga,
No hay ningún problema,
No lo digo…
Lo siento.

¿SABES?

¿Sabes que sorpresas trae el día?
La sorpresa más grande para mí
Es mirarte,
Poder besarte
Como si fuera la primera vez,
Sentirte en la distancia
Y poder alcanzarte,
Murmurar tu nombre
Aunque sea un instante,
Arrancarte un suspiro
Para mí, y al fin y al cabo
Entre la incertidumbre
Poder tenerte.

TE QUIERO

Llena con tu presencia

Todo mi ser,
Ubícate bajo un árbol 
De dos ramas y
Dibújame,
Realiza también tu retrato,
Escribe allí
El símbolo que en ese 
Instante nace de los dos.
Clausura la pintura con 
La imagen besándonos,
Siente el latir del corazón
Al bailar el viento para los dos,
Escucha el silencio de aquel parque
En la oscuridad

Y viaja en el mundo

De dos cuerpos que se han unido ya,
Ahora piensa en mí

Dime la verdad,

Dime que me quieres y dilo
Sin afán,
Así yo pronunciare igual:
Te quiero…

Figura No 1. Entre-sueños
Artista: Miguel Guaitarilla

martes, 18 de septiembre de 2012

XII ENCUENTRO DE ETNOLITERATURA




La Maestría en Etnoliteratura, el Departamento de Humanidades y Filosofía, el Taller de Escritores “Awasca”, el Instituto Andino de Artes Populares -IADAP-, y la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Nariño
Convocan al

XII ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ETNOLITERATURA. Pasto, Colombia, noviembre 14, 15 y 16 de 2012

PRESENTACION

Mediante Acuerdo 243 de 1987, el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior -ICFES-, creó el Programa de Maestría en Etnoliteratura de la Universidad de Nariño, dirigido a la investigación de la construcción de los imaginarios sociales, en sociedades y culturas construidas desde formas múltiples de hibridación entre las concepciones de la modernidad y la modernización y aquellas legitimadas por la tradición. Sus propósitos: proporcionar herramientas para la investigación y para la reflexión, tanto epistemológica como hermenéutica, sobre el objeto etnoliterario a nivel regional, nacional y latinoamericano; contribuir al conocimiento de los diversos entornos culturales y sociales en su particular modo de producción de símbolos e imaginarios estético-literarios, de modo que favorezcan, al mismo tiempo, el autoconocimiento y cohesión sociocultural de dichos espacios de significación y convivencia humana posibilitando, también, la apertura hacia la dimensión intercultural de la región panamazónica (pacífica, andina y amazónica).

La lección inaugural de la X cohorte de la Maestría en Etnoliteratura de la Universidad de Nariño, será el XII ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ETNOLITERATURA, el cual congregará a connotados investigadores a nivel regional, nacional e internacional, quienes compartirán con profesores, estudiantes y comunidad en general sus experiencias en temáticas afines con las líneas de investigación del programa: mito y narrativas etnoliterarias latinoamericanas, arte y etnoliteratura, y crítica literaria latinoamericana y etnoliteratura. Como también, intercambiar experiencias investigativas en temas como El agua como acontecimiento cultural, Lengua, cosmovisión e interculturalidad, y Reconstrucción Histórica de las Literaturas Regionales.

El XII ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ETNOLITERATURA, es un evento académico, de divulgación de experiencias investigativas de institutos, universidades, grupos de investigación e investigadores regionales, nacionales e internacionales. Es un espacio abierto al debate sobre el estado del arte, los avances y los resultados de investigación relacionados con las áreas de la convocatoria. El Encuentro, llega a su décima segunda versión, constituyéndose en un espacio de amplia tradición, mediante el cual, en más de dos décadas, la comunidad académica e investigadora ha dado a conocer su producción intelectual mediante ponencias, talleres, lanzamiento de libros, muestras bibliográficas, exposiciones de arte y eventos culturales.

En el marco del Encuentro se instalará la filial regional de la Academia Mayor de la Lengua Quechua a cargo del ilustre investigador nariñense Arturo Pazos Bastidas, Presidente de la Academia Mayor de la Lengua Quechua en Colombia, así mismo el lanzamiento de la 3ª edición del libro “Glosario de Quechuismos en Colombia”, de su autoría; de la edición No. 21 de la revista Mopa Mopa del Instituto Andino de Artes Populares y de la edición 24 de la revista del Taller de Escritores “Awasca” de la Universidad de Nariño.

OBJETIVOS

- Promover el debate interdisciplinario en torno a la Etnoliteratura en América Latina y su relación con problemas de investigación en áreas de las ciencias sociales y las ciencias humanas.

- Intercambiar experiencias investigativas en torno al campo problemático de la Etnoliteratura y su relación con: el agua como acontecimiento cultural; lengua, cosmovisión e interculturalidad; reconstrucción histórica de la literatura regional; mito y narrativas, arte y estéticas, y crítica literaria latinoamericanas y etnoliteratura.

DIRIGIDO A

El XII Encuentro convoca a estudiantes de pregrado y posgrado, profesionales, docentes e investigadores del nivel regional, nacional e internacional.

SEDE

Paraninfo de la Universidad de Nariño, Carrera 19 No. 18-109 (sede centro).

FECHA

Miércoles 14, jueves 15 y viernes 16 de noviembre de 2012.

TEMARIO

- El agua como acontecimiento cultural.- Mito y Narrativas Etnoliterarias Latinoamericanas.

- Arte y Etnoliteratura (música, artes escénicas, artes visuales, cine, carnaval).

- Crítica Literaria Latinoamericana y Etnoliteratura.- Lengua, cosmovisión e interculturalidad.- Reconstrucción Histórica de las Literaturas Regionales.

Los temas deben estar relacionados con la Etnoliteratura en América Latina, y con la diversidad y heterogeneidad socio-cultural de la región. No se leerán ponencias en ausencia del autor. Las ponencias tendrán una duración máxima de 25 minutos, con el fin de dejar tiempo para el debate. Se solicita que los ponentes seleccionados hagan llegar el texto de su ponencia a los organizadores del Encuentro hasta el 20 de octubre de 2012, para su posterior publicación en las Memorias del evento.

INFORMES E INSCRIPCIONES:

Hasta el 10 de octubre de 2012.

Los interesados deberán enviar título y resumen de su ponencia (no más de 300 palabras) y breve hoja de vida a cualquiera de las siguientes direcciones electrónicas:

etnoliteratura@udenar.edu.co,
rodrizales@gmail.com
http://etnoliteratura.udenar.edu.co
http://awaska.udenar.edu.co

DIRECCION Y TELÉFONO

Oficina Maestría en Etnoliteratura, Universidad de Nariño, Sede Panamericana
Calle 8 No. 33 – 127 – Bloque Nuevo, Oficina 508.
Celular 3218112998 – 3137659566
Pasto, Nariño, Colombia

COSTOS POR PARTICIPACIÓN O ASISTENCIA:

Ponentes internacionales: $100.000.
Asistentes internacionales: $80.000.
Ponentes nacionales: $60.000.
Asistentes nacionales (se incluye estudiantes): $20.000.

RESPONSABLES DE LA ORGANIZACIÓN DEL ENCUENTRO

Magister MANUEL MARTINEZ RIASCOS
Decano Facultad de Ciencias Humanas
Candidato a Doctor JAIRO RODRIGUEZ ROSALES
Director Departamento de Humanidades y Filosofía
Doctor DUMER MAMIÁN GUZMAN
Director Instituto Andino de Artes Populares -IADAP-
Estudiantes II Semestre Maestría en Etnoliteratura, X cohorte.

COORDINACIÓN GENERAL

Magister JAVIER RODRIGUEZ ROSALES
Coordinador Maestría en Etnoliteratura
Director Taller de Escritores “Awasca”

lunes, 30 de julio de 2012

  
EL SER URBANISTA EN BUSCA DE SU OTRO MÁS ALLÁ DE LA PERIFERIA

Figura No 1. Borges en la Biblioteca
En:  criticaliterariaennar.blogspot.com

  
Por: ALEXIS USCÁTEGUI NARVÁEZ

“Cada persona, joven o vieja, lleva cinco razas en su sangre, y cada individuo es un mundo de continentes. Todos entienden a todos, y la comunidad es libre, no obliga a nadie a adoptar una postura determinada. El grado supremo de la asimilación: para integrarse, la persona ha de seguir siendo tan extraña como es”.1 JOSEP ROTH

El ser humano desde que nace hasta que muere hace parte de una determinada comunidad, ya sea rural o urbana. Contribuye a un desarrollo cultural y social con sus coterráneos para consolidar un bien colectivo en busca de una representación mundial. Cada sujeto del orbe terrestre, ostenta una identidad racial que lo caracteriza y lo “diferencia” de otras razas; sin embargo, Dios hizo al hombre a su semejanza y de hecho, no deberían existir límites entre comunidades, entre individuos, porque todos constituimos la raza humana.

En esta perspectiva ideológica, en la actualidad sería absurdo que el hombre se proclame racial único de la naturaleza, ubicándose adentro o afuera de algo en una determinada posición geográfica. Un imaginario oportuno para esta acotación, es el “Etnógrafo” de Jorge Luis Borges, narración que ejemplifica la posición de la periferia ante la ciudad; resalta al rito como una manera de vivir lo ancestral. Por ejemplo, hoy en día en diferentes comunidades y regiones se está perdiendo la costumbre de utilizar como cura, la medicina tradicional, que tradicionalmente lo realiza el chaman de las comarcas.  No obstante, el citadino puede aprender de una comunidad indígena, inclusive puede asociar sus costumbres, trasculturizando sentidos y costumbres del uno al otro, convivir culturalmente con esa comunidad, tal y como lo hizo Fred Murdock, que  “(…), se levantaba antes del alba, se acostaba al anochecer, llegó a soñar e un idioma que no era de sus padres. Acostumbró su paladar a sabores ásperos, se cubrió con ropas extrañas, olvidó los amigos y la ciudad, llegó a pensar de una manera que su lógica rechazaba”.2 sería formidable que los ciudadanos ya no conduzcan vehículos contaminantes del medio ambiente ¡Mejor! Es cabalgar en bisontes por verdes senderos hasta el confín del collado. Dentro de esta perspectiva indigenista es importante revalorar lo que una comunidad puede ofrecer y contribuir al conocimiento universal, por ejemplo, las investigaciones realizadas por Hugo Niño (1976), destaca el valioso aporte que suministra el aprovechamiento de la oralidad en una comunidad indígena. Niño, recopiló una serie de mitos en la amazonia, corpus narrativo que sirve como fuente histórica para la literatura latinoamericana. Estos relatos representan una noción que Niño denomina etnotexto, que trata sobre el acogimiento de expresiones estéticas orales de las tradiciones étnicas, que dan fruto a un nuevo síntoma de literatura denominado Oralitura.3

En resumen, estas dos cuartillas no son suficientes para terminar de reflexionar sobre este tipo de disertación etnográfica, pero al menos sí se puede continuar trabajando para rescatar todas aquellas costumbres que nos inmiscuyen dentro de lo que despectivamente consideramos periferia. En pocas palabras, parafraseando a Josep Roth, hay que buscar en nosotros mismos ese mundo de continentes, sintiendo en nuestras vidas esas cinco razas continentales, así como lo sintió Murdock como etnógrafo, cuando volvió a la ciudad concluyendo que  no había necesidad de volver a la pradera donde el estuvo realizando sus investigaciones, porque lo que ellos (indios) le enseñaron sirve para cualquier lugar y cualquier circunstancia en el mundo.

NOTAS Y CITAS BIBLIOGRÁFICAS

1.      Este epígrafe hace parte de la nota introductoria del libro de ensayos “Fugas incomunistas”. De Juan Duchesne Winter (2005).  Ediciones Vértigo. Colombia. Pág. 9.

2.      Fragmento del relato el Etnógrafo de Jorge Luis Borges.

3.       COLOMBRES, Adolfo (2003). Oralidad y literatura oral, p. 17. Ensayo.

BIBLIOGRAFIA
CUARTAS ACOSTA, Fernando (2008). El oficio de  la palabra para inventar un ritual de lejanías y de encuentros. En: revista Carnaval 1. Edinar. Pasto. Colombia.
FRIEDEMANN, Nina (1997). De la tradición oral a la Etnoliteratura. Universidad Javeriana. Colombia.
LOMBO, Manuel (1996). La Etnoliteratura en el discurso antropológico. Universidad de Córdoba.
WINTER, Juan Duchesne (2005). Fugas incomunistas. Ediciones Vértigo. Colombia. 

viernes, 27 de julio de 2012

 “HOLÍSTICA DEL CUERPO, HOLÍSTICA DE LA IMAGEN”
CONCEPCIONES DE LA LECTURA DE LA ALTERIDAD
DENTRO DEL  CARNAVAL DE NEGROS Y BLANCOS 

Figura No 1. Ensueño
Autor: Franklin Melo Cháves

Figura No 1

Por CÉSAR ELIÉCERVILLOTA ERASO.1

1.     PRELIMINAR
-Está bien, contestó el viejo, y al instante oscureció el viejo. “Ya oscureció el zopilote”, dice ahora la gente. Y así, durante la frescura del amanecer, comenzó su existencia. (Popol Vuh 2002:74)

La razón de las siguientes reflexiones heterogéneas, están ligadas a la construcción continua de los imaginarios carnavalescos y cómo permiten su familiarización con procesos de alteridad; debido a que, la identidad y la homogenización -que son costumbres cíclicas delegadas por la globalización mercantilista- queda por fuera de la razón que se desencadena en Latinoamérica.

Conceptos como hibridación (en Néstor Canclini), transculturación (en Ángel Rama); la cultura y la verdad narrativa (en Renato Rolsado), y la heterogeneidad cultural (en Antonio Cornejo Polar); se convierten en alternativas de estudio hermenéutico y etnoliterario, destinado a compartir y hacer introspección propositiva de la diversidad en la que nos encontramos.
           
            Después de ejercer y aceptar el destino de la concienciación, de ser cons-cientes, ante la mayoría de motores  experienciales en América del Sur. Las fiestas, ritos y símbolos de la razón indigenista se materializaron con el tiempo, se hicieron imaginarios que al entrar en contacto con las razones europeas en la “conquista”, no se perdieron, sino que se fundieron aun más en la memoria colectiva; compartiéndose en la intimidad de los cuerpos, del contacto, del tacto ensimismado en la alegría. Funcionando como  tributos a las deidades: Sol (Inti).2 Luna (Killa).3 Madre tierra (Pacha mama)4; hasta convertirse en imágenes que se volvían –y vuelven- incandescentes en la llama del churo cósmico (unión de los pares opuestos en las entrañas de la tierra).

            De esa manera, es necesario aclarar que varios siglos pasaron como atractivos de reconocimiento del otro, se gestaron luchas incesantes para no omitir la raíz e historia (oral-escrita-pictográfica) de los pueblos. Por ello, aspectos de la vida de la parte sur-occidental de Colombia, donde las fiestas y tributos se mezclaron, en una razón triétnica: la raza indígena (natural americana), la raza negra (desde el África) y la blanca (europea). Dan fe de una dinámica de la existencia, que va desde la exterminación de las clases sociales, las cuales han y son reemplazadas por el juego y la caricia, la majestuosidad y lo grotesco, la familiaridad y su añoranza, entre otras dualidades múltiples que son propias de las fiestas, los ritos y las remembranzas sureñas.

            Lo anterior está ligado a una “filosofía mínima”, un suceso que se deriva del contacto permanente con la vida, con la sublimidad del ser, en cuanto ser social e histórico, en un micro-cosmos, tal y como lo plantea Mario Madroñero (2012), en el suplemento cultural, La Conjura de los necios5:

“Pensar y vivir no depende del principio de razón suficiente. La insuficiencia arcaica del ser, expone la remoción de la esencia y la mutación de la materia, de los cuerpos. ¿Qué hacer de una filosofía nueva que vibre, del ápeiron, a lo sublime y de ahí al devenir, atravesando la intempestividad, saltando al acontecer, para en la desesperanza de una historia avistar pacientemente al porvenir? No hacer quizá, no pensar también, sentir, morir, amar un saber otro, que con el fulgor del rayo del pensar, disemine la esencia en la transmutación de la vida, cada día”. (MADROÑERO, Mario. 2012: 3)

Aceptando la cualidad histórica que se experimenta desde el presente, constituyéndose como proceso partidario de la creación. Haciendo uso de significantes en el contexto que nos atañe, un espacio y tiempo propicio para resquebrajar todas las posibilidades de discriminación, de incapacidad de comprensión del otro, de posibilitar espacios de  convergencia de dualidades y alternancia posicional, de entender los símbolos y actuares dentro del Carnaval de Negros y Blancos, desde la imagen y el cuerpo y su alteridad bajo la construcción permanente de la memoria.


2.     DUALIDAD CUERPO-IMAGEN EN EL CARNAVAL


“El hombre pasa la vida improvisando representaciones, y al fin de cuentas lo único que queda de él son los disfraces con que estuvo actuando”
Fernando Soto Aparicio.6

El epígrafe que se resalta en esta parte del texto y, que pertenece al maestro Boyacense Soto Aparicio, lo he utilizado porque da apertura a la consolidación de la vida como un gran escenario de máscaras, pero no traídas para denotar la fragilidad de lo escondido, sino para navegar en la multiplicidad de símbolos que son holísticos, por cuanto tienen que ver con todos los órganos de circulación cultural, histórica y social de una región.

En ese caso, Colombia dentro de su construcción social, política, económica, vivencial, cultural, reglamentaria, cívica, ancestral y dinámica, se acompaña de unos imaginarios -porque no decirlo: alternos- enmarcados dentro de lo biodiverso, multiétnico y pluricultural. Así, dicha tridimensionalidad, ha dado lugar al re-pensamiento y futura abolición del significado de IDENTIDAD que desde muchos siglos ha invadido la mente de antropólogos, historiadores, científicos, filósofos e investigadores literarios, por cuanto funda su dinamización y experimentación en fuentes teóricas que vinieron y vienen desde occidente, donde se ratifica –hipotéticamente- a la homogenización como la única vía de alimentación de la memoria grupal. Claro esta, que dicha dinámica ya no es convincente para reflexionar sobre el verdadero proceso heterogéneo en el que vivimos, y al cual nos enfrentamos cada día.

De hecho, las cualidades experienciales dan la oportunidad de construir pensamiento colectivo, pues trabajar en la simbólica de los otros, es una práctica muy particular, íntima. Así, Mario Madroñero (2011) plantea que “la singular experiencia del pensar que el encuentro con otro dona en la exterioridad de la relación misma, y que permite comprender la hospitalidad como lugar en el que lo que Levinas (1987) propone como una “desnucleación del mundo sustancial del Yo”, corresponde a lo inaudito de la responsabilidad del encuentro en el que la evasión conlleva comprender la responsabilidad también inaudita de una hospitalidad sin reservas” (Madroñero, Mario. 2011: 316).

            Por lo tanto, el Carnaval de Negros y Blancos, al verse como una reunión de la cultura, de los parámetros ancestrales, de la cosmogonía. Da lugar a la fiesta donde todo lo utópico y meditabundo tiene validez en la consigna: ¡El mundo al revés! Y en “Queda terminantemente prohibido, prohibir” Que se acompaña con el cuerpo de los pastusos y los alternos a ellos (aventureros). Y en conjunto, no actuaran como espectadores y otros los causantes de un espectáculo, sino más bien, de actores de la elevación subalterna, propia de las carnestolendas.
           
Es así, que el carnaval se gesta como una herramienta para aprender desde la experimentación del goce, de mirarse en el otro como imagen y cuerpo, en el tacto, en la risa burlona, en lo barroco de las formas, en la cromática de los fluorescentes y hasta en la lágrima que rueda por una mejilla al desbordarse de felicidad. De ahí que:

“Pocas festividades son tan celebradas en tantos lugares del planeta como el carnaval. Hay ciertas características del carnaval que si bien han sido señaladas no son  contempladas al momento de su estudio, el ámbito de la ciudad que funciona no solo como marco, sino como espacio de materialización de las significaciones sociales que le dan cohesión y sentido aun grupo en un tiempo y lugar” (RODRIZALES, Javier. 2011:11).

            El acontecer de la fiesta es una revuelta, en todo el sentido de la palabra, nos dice Octavio Paz en su libro el Laberinto de la Soledad (1950). En el carnaval, las confusiones saltan a la vista, pues cuando el desfile avanza, los cuerpos que integran la representación se trastocan y se materializa en imágenes, las cuales son leídas y miradas con propiedad, magnificando el asombro de la belleza en el don natural, sin imponencias, con lo frágil de los símbolos y signos, que en palabras de  Jacques Derridá (1968) “bien se trate de signo verbal o escrito, de signo monetario, de delegación electoral y de representación política, la circulación de los signos difiere el momento en que podríamos encontrarnos con la cosa misma, adueñarnos de ella, consumirla o guardarla, tocarla, verla, tener la intuición presente. (DERRIDÁ, Jacques.1968: 8).
           
El  ejemplo pragmático de tal referente teórico, lo podemos apreciar en este carnaval suramericano, con made in Pasto; donde las diferentes modalidades desbordan lo sobrenatural; el disfraz individual, la murga, la comparsa, la mini-carroza y el auto alegórico mayor (carroza motorizada) en la senda o recorrido por la calles se convierten en un gran teatro, siendo el camino para abordar los mundos posibles. Los cuerpos homogéneos se transforman en híbridos. Se conjugan las armonías de imágenes menores, el pueblo somos todos y entre lectura y lectura, el holismo se crece, todo, porque el cuerpo simbólico, es leído y pensado como un todo, una imagen que se expande con la simbología de articulación de unos frentes a otros, bajo la premisa del entendimiento y el rol posicional de satisfacción.

Figura No 2. De espaldas al sol
Autor. Franklin Melo Cháves

Figura No 2

            En ese orden, el cuerpo  es una oscilación entre signos de cuerpo y no cuerpo, cuerpo por ser material y no cuerpo cuando se malea y cambia de forma, dando lugar a la imagen. Luego con la proxémica y las indumentarias febriles, “el cuerpo se ofrece como una totalidad binaria, igualmente a la vista e igualmente intocable: el cuerpo es siempre un más allá del cuerpo. Al palparlo, se reparte (como un texto) en porciones que son sensaciones instantáneas: sensación que es percepción de un muslo, de un lóbulo, un pezón, una uña, un pedazo caliente en la ingle, la nuca como comienzo de un crepúsculo. El cuerpo que abrazamos es un río de metamorfosis” (GOYTISOLO, Juan. 1979: 303).
           
No obstante, en ese juego no se puede caer en la mirada objetiva, en la que los cuerpos no pueden verse como simples objetos. La razón del corpus está en identificar los símbolos, las metáforas, las ironías que deberán transgredirse a otros lenguajes, caso de la escritura, la pintura, el arte conceptual –entre otras formas- en las que se da paso a la memoria histórica y colectiva.

En dicha circunstancia, hablar con las imágenes del carnaval será dialogar con el pasado, con preceptos de un tiempo y un espacio determinado. Llegando a la tonalidades y avanzar en el manejo de la imagen, no hablando en términos raros, ni razones indescifrables, “en los discursos sobre la imagen constantemente se llega a indefiniciones. Algunos dan la impresión de circular sin cuerpo, como ni siquiera lo hacen las imágenes de las ideas y el recuerdo, que en efecto ocupan nuestro propio cuerpo” (BEITING, Hans. 2007: 13).

3.      LA APERTURA

El reconocimiento del carnaval como un espacio de interacción, en la libertad del juego, pone al descubierto uno de las actuaciones humanas esenciales, la cual tiene que ver con la entrada de comprensión con el otro, sin generar conflictos y avanzar a una propuesta conjunta. De una lectura de realidades, que nos provoque más deseos de escribir y alcanzar la llamada Literatura Menor y Expandida que mencionan Gilles Deleuze y Félix Guattari, refiriéndose a la obra de Kafka en el año de 1975. Por lo tanto, el papel de los investigadores en el campo de la Etnoliteratura, está en determinar la importancia de un punto de convergencia:

“un lugar del encuentro sería entonces el espaciamiento del tiempo, intervalo que se presenta en el saludo, santo y seña de una despedida de la historia de la presencia, en la que el don conlleva un compartir el tiempo en la ex-posición al otro, la naturaleza, el mundo, ya no como emplazamientos del ser, sino como lugares de partición y expropiación” (Madroñero, Mario. 2011: 325).

De ese modo, el acompañamiento del otro, en procesos de alteridad, nos permitirá construir la memoria colectiva…

NOTAS Y CITAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Licenciado en Lengua Castellana y Literatura. Estudiante de Maestría en Etnoliteratura X Cohorte. Docente de Formación Humanística de la Universidad de Nariño, Crédito: Literatura y Carnaval. El presente texto hace parte de las reflexiones y construcción del proyecto de Investigación en Maestría: “Lectura creativa de carnaval, de los imaginarios a la creación de cuentos”.

2. Inti, es una apropiación dialectal quechua que se refiere al sol. En el diccionario Quechua (2005), investigación de la Academia mayor de la lengua en mención, editado en Perú, se refieren a esta palabra, como: “s. Astron. El Sol. El astro Rey. EJEM: Inti haykuy, puesta del Sol en el occidente; Inti k'ana. Sol candente y refulgente; Inti puririy, primeras horas a partir de la salida Sol; Intiq waqtanan. Lugar o sitio a donde el Sol da directamente. || Hist. Dios tutelar de los forjadores da Imperio del Tawantinsuyu, quienes le rendían culto en reconocimiento de sus máximos beneficios a la vida; por lo tanto, fueron heliolatrías. Los Inkas se atribuyeron la categoría de ser hijos del Sol. || Econ. Unidad monetaria del Perú Republicano” (DICCIONARIO DEL  QUECHUA. 2005:184).

3. Killa, hace referencia a la luna; a la mama killa: madre luna. Este astro ha sido tenido en cuenta por las diferentes civilizaciones mesoamericanas como una diosa, que cautiva por su luz resplandeciente. Utilizándola para marcar los usos del tiempo en las cosechas, en los sacrificios y en su mítica creacionista.

4. Pacha mama: s. Mit. (Madre Tierra). Dios totémico de los Inkas representado por el planeta Tierra, al que se le ofrecían ofrendas. El brindis era con ella en las ceremonias agrícolas y ganaderas, y que aún superviven en la actualidad en el mundo andino” (Ibídem.2005: 375).

5. Esta es una nueva propuesta que surgió bajo el sello de la Revista Cultural Avatares, bajo la dirección de Jonathan Alexander España. Cabe agregar que en esta primera edición la razón era buscar que la palabra deje eco y entreabierto, el lenguaje oculto de las incendiadas, pues “toda conjura es memoria del fuego”. Por ese motivo, haciendo un traslado a la razón del carnaval, éste también tiene su fuego, su momento. En estas aproximaciones, recientemente discernido el valor del carnaval y su compenetración con los cuatro elementos del planeta: Aire, Fuego, Agua y tierra.

6. Este epígrafe hace parte de la obra narrativa denominada: La última Guerra del maestro Soto, obra que en el 2012 se presentó en Pasto, en el marco de la Quinta temporada de letras y Segundo Encuentro Binacional del Libro, auspiciado por la Editorial Caza de libros en Convenio con el  Taller de Escritores Awasca de la Universidad de Nariño.


BIBLIOGRAFÍA

ACADEMIA MAYOR DE LA LENGUA QUECHUA (2005). Diccionario Quechua-Español-Quechua. Segunda Edición. Gobierno Regional del Cusco. Cusco, Perú.

BEITING, Hans (2007). Antropología de la imagen. Kats Editores. Traducción de Gonzalo MAria Vélez Espinoza. Titulo original: Bild- Anthropologia. Argentina.

DERRIDÁ, Jacques (1968). La Diferencia // Différance. Editorial Escuela de Filosofía Universidad ARCIS. Edición virtual por www.philosophia.cl. Uruguay.

GOYTISOLO, Juan (1979). El lenguaje del cuerpo. Editorial Fundamentos. Madrid, España.

HABERMAS, J, (1975). “Conocimiento e Interés”. En: Revista ideas y valores. Bogotá: Universidad Nacional. No. 42-45.1973-1975.p.61-75. Traducción de Guillermo Hoyos.

JURADO VALENCIA, Fabio, (2005).  “La Lectura de la Imagen “Fija” y la Imagen en Movimiento como experiencia previa en el dominio de la convención escrita”. En: “Hechos y Proyecciones del Lenguaje”. Pasto: Graficolor. No 14.

MADROÑERO, Mario (2012). Filosofía Mínima. Suplemento cultural La conjura de los necios. Avatares (Revista Cultural/Casa editorial). Pasto, Nariño.

MADROÑERO MORILLO, Mario (2011). Alteridad, política y hospitalidad. Revista Escritos, Vol. 19 No 43. Julio-Diciembre 2011. ISSN: 0120-1263.

PAZ, Octavio (1950). El laberinto de la soledad. Ediciones Cuadernos Americanos, México.
POPOL VUH (2002). Popol Vuh-Antiguas historias de los Mayas Quiches. Editorial Lito Imperio. Bogotá D.C, Colombia.

RODRIZALES, Javier (2011). Carnaval de Negros y Blancos, Juego, Arte y Saber. Editorial Xexus Edita. Impresión Mados Print. Pasto, Nariño.

SOTO APARICIO, Fernando (2012). La última Guerra. Editorial Caza de Libros. Ibagué (Tolima).

FIGURAS

Figura No 1. MELO CHÁVES, Franklin Oswaldo (2010). Título: Ensueño. Técnica: Ecoline.
Figura No 2.  MELO CHÁVES, Franklin Oswaldo (2010). Título: De Espaldas al Sol. Técnica: Dibujo en grafito.



sábado, 21 de julio de 2012

ETNOLITERATURA E IMAGINARIOS COLECTIVOS DENTRO DEL SUR-OCCIDENTE COLOMBIANO

Figura No 1. Shaman Jaguar, silk painting por Savanna, inspirado en el arte maya.Fuente:   http://www.rupestreweb.info/jaguar.html

Por César Eliécer Villota Eraso.1

“La oralitura y la tradición oral han permanecido ausentes de las historias literarias en general y carecen de un análisis detallado acerca de sus particularidades estéticas y la forma como se desarrollan sus procesos. Las manifestaciones artísticas orales no han sido analizadas en el contexto nacional en relación con sus especificidades respecto de la literatura escrita; su estatus literario sigue en controversia y su postulación como literatura está sustentada en una noción multicultural y pluralista, premisa fundamental para reconsiderar los lineamientos de la literariedad”2. Diana Carolina Toro.
            

            Colombia dentro de su construcción social, política, económica, vivencial, cultural, reglamentaria, cívica, ancestral y dinámica, se acompaña de unos imaginarios (porque no decirlo: tácitos) enmarcados dentro de lo biodiverso, multiétnico y pluricultural. Así, ésta tridimensionalidad, ha dado lugar al re-pensamiento y futura abolición del significado de IDENTIDAD que desde muchos siglos ha invadido la mente de antropólogos, historiadores, científicos, filósofos e investigadores literarios, por cuanto funda su dinamización y experimentación en fuentes teóricas que vinieron y vienen desde occidente, donde se ratifica –hipotéticamente- a la homogenización como la única vía de alimentación de la memoria grupal.

            Lo anterior se reafirma, debido a que desde el descubrimiento, los españoles colonizadores y sus diferentes comarcas se dedicaron a impulsar un proceso de “adoctrinamiento” con los habitantes americanos -desde Centroamérica hasta Suramérica (Latinoamérica)-, concentrándose únicamente en su bien económico expansionario, sin detenerse a reflexionar sobre los elementos que podían ser  rescatados de las culturas presentes, perpetrando con esa realidad “imaginada o utópica”, una hermandad entre los pueblos, una visión americana de corte altruista, y con ella, dignificar el papel posterior del mestizaje, de la compenetración de razas en el planeta. Alternando culturas para validar la DIVERSIDAD como la fuente de aprendizaje, donde “todos aprendemos de todos y nadie le enseña a nadie”,3 tal y como lo plantea Paulo Freire en su discurso sobre la educación como práctica de la libertad.

            Más adelante, esa contraposición entre Identidad y Diversidad, se plantearía a lo largo de más de cuatrocientos años, donde la imposición acarreaba consigo la esclavitud de cuerpo y  de pensamiento. En el texto literario: Las venas abiertas de América Latina, Eduardo Galeano propone esa gran hipérbole del Puente de Plata, que  va desde  el ensueño de Potosí hasta España.4 Permitiéndole a usted, amable lector, una reflexión profunda de todas las implicaciones de los intereses del viejo mundo.

De hecho, así como es naciente este ejemplo, de la misma forma hay otros que alimentan esa experiencialidad entre dos civilizaciones con raíces y costumbres diferentes; la Leyenda del Dorado como los encuentros del Inca Atahualpa y el Padre Valverde (en el Perú) y el encuentro entre Moctezuma y Hernán Cortés (en México), son momentos históricos que dieron lugar a ese enfrentamiento entre culturas, unas dominantes y otras en vía de dominación absoluta.

No obstante, esos deseos de aprisionamiento, de adueñarse de todos los bienes naturales (oro y plata en primer orden), que al fin de cuentas son símbolos entregados por la pacha mama (madre tierra) se convirtieron en el pretexto para entrar en un nuevo contacto social, en un nuevo orden de la vida, una mayor riqueza, potencialidad y construcción colectiva, que en palabras de Antonio Cornejo Polar (1994) será vislumbrada bajo el concepto de la heterogeneidad cultural.5

Es esa premisa, la de heterogeneidad, es la comunicadora de un sinnúmero de ejercicios de reconstrucción histórica de los imaginarios colectivos, puesto que esa compenetración con los saberes populares y ancestrales, nos dan la oportunidad de ejercer una nueva elaboración conceptual del significado de nuestros pueblos, pero ¿Cómo sucedió esto?

La clave está en recordar que a pesar de la esclavitud, de unos contra otros, el contacto de las costumbres, de las formas de vida, de la música, de las artes, de las leyendas,  de los cuentos, de la medicina tradicional, del matriarcado, del patriarcado, del culto a Dios y a los dioses, del uso de la lenguas, del reconocimiento de rutas, de los tejidos, de la crianza de los hijos, en fin, de lo que encierra el churo cósmico –en la unión de los pares opuestos- dieron la pauta para la experimentación de una nueva forma de vida en Latinoamérica, legado que ha trasgredido generación tras generación, con diversas atmósferas dentro del curso de la vida latinoamericana…

“La vida como un gran escenario, salimos del útero materno como entre bambalinas y nos exponemos al pánico escénico del mundo exterior, el primer aplauso una palmada que nos propina el médico, y ahí se inicia la actuación con lágrimas o risas. En cada momento estamos revestidos de circunstancias, hacemos el “manual” para convertirnos en el profesor o en el ciudadano, nos revestimos de acrobáticas presencias. Danzamos al lado de la precariedad, muchas veces hacemos maromas con nuestros pírricos y sustentos, parecemos funámbulos en la cuerda floja del destino y nos atrevemos a mirar abismos, a embellecer los sueños aún en el vértigo, somos el clown que sale vestido de multicolores fiestas, salimos a provocar la risa en medio de las más serias situaciones”.6

Entonces, es claro que la experiencialidad se convierte en el fundamento para  introducirse al conocimiento de los signos y símbolos protuberantes en cada artesanía, narración, suspiro, degustación, admiración, degradación, sonrisa, duda, armonía, baile, cantar, refrán y verso, propio del manejo de los sentidos y las significancias que son situaciones del estudio semiótico (semiológico) desde el cual, toda lectura participa dentro de los imaginarios colectivos en su uso. Mientras tanto, el lenguaje total donde el ethos cultural se expande y se infinitiza, se convierte en la entrada al universo literario, tal y como pasa en el Aleph de  Jorge Luis Borges, donde en un punto convergen todos los puntos.

            Por su parte, la clarificación del imaginario colectivo se mediatiza en el uso del lenguaje verbal, donde las cosas se transmutan en la oralidad y cada palabra naciente en los sonidos acústicos (fonemas) se convierte en una maravilla creadora, revela con veracidad la descripción de la cotidianidad. Lo anterior se valida, por cuanto: “la verdad es que los grandes textos que hemos heredado escrituralmente proceden de la oralidad. Ejemplos tenemos muchos. La Biblia, escrita a lo largo de 1.200 años. ¿Será efectivamente el autor o relator final de la Iliada y la Odisea? ¿Tendrá la Canción de Rolando un autor o relator final?”.7

            Ante todo, lo único cierto es que estos textos hacen parte de la historia literaria en diferentes partes del mundo, hasta tal punto de convertirse en patrimonios de la humanidad bajo la connotación de literatura universal. Pero, su esencia, su punto de partida para consolidarse en lo que son hoy. Se encuentra en las voces de los pobladores, de quienes heredaron de boca en boca todo el suplemento conceptual y descriptivo; complemento capaz de solidificar imágenes de héroes, de quienes batallaron y se convirtieron en ídolos, en semidioses y dioses de la lucha por la verdad, dejando al descubierto la cultura y la forma de pensar su futuro.

Así, nace el mito, encendiéndose desde los adentros de la oralidad porque el abanico de la posibilidad está latente, es “una respuesta a las necesidades de conocimiento por parte del grupo. Esta necesidad de tipo etiológica requiere comprender su origen, su orgánica, por cuanto categoriza las relaciones entre los miembros del grupo, y entre éste y el ecosistema”.8

De esa manera, después de la lectura sigue la oralidad y con ella,  todo un constructo imaginario colectivo, donde el contar se hace con palabras. De la misma forma, como lo planteaba Austin (1955) dándole el verdadero valor a la lengua, a descubrir significados en el uso, y no solamente  dentro de planos teóricos que  a veces se quedan cortos a la hora de enunciar y catalogar unas palabras como palabras. A veces solo basta la experimentación con ellas, en conjunto, para armar todo el macrocosmos de la diversidad, el cual no está muy alejado de lo que opina Wittgenstein en el “Tractatus Lógico-Philosóphicus” (1914-1916), en donde el significado de una palabra está ratificado en el uso, en su uso, bajo la comprensión de todos.

Por ello, la  experiencia es llamada hacia la narrativa, porque está íntimamente ligada al conocimiento ancestral y que a su vez, este se traduce a la escritura de la memoria dentro de una reflexión y un carisma perpetuador, en la que sobresalen aspectos que diferencian a una cultura de otra; pero, siempre respetando y comprendiendo que los imaginarios son similares y diferentes al tiempo. Somos el texto oral que nos contamos y que nos cuentan, un relato inacabado que nunca puede terminarse.

En la oralidad se determinan el valor de la lengua porque existe un contacto dinamizante con el otro, donde poco a poco se van tejiendo o cosiendo narraciones, las cuales no paran y se reducen, sino más bien se expanden y se transmutan en una alto grado;  pues si hablo y organizo las ideas sobre una temática y las vuelvo a reorganizar, utilizo más palabras que aumentan el discurso imaginado. Por ello, “la tradición oral, es la principal fuente histórica”9 y expansiva en todo organismo social. Por eso:

Piensan los poderosos que el mundo es infinito. Asumen con desdén el futuro. Dejan sus hijos con dinero y poder, con ello bien pueden comprar todas las cosas, pero el disfrute de la vida cotidiana, no tiene precio. Ver a los niños y niñas del grupo Herederos del Planeta es reconocer el valor de ser padre y la alegría de ser hijo. Estos cuidan lo que les pertenece a sus futuros hijos, aquellos protegen hoy lo que pertenece al futuro”10.

            Un futuro que casi arranca donde termina el presente, en el trajinar de los días y de la horas que marcan la pauta de cada imaginario, de cada vida en su microcosmos. Pero a la vez, ansioso de dejar un rastro, una huella, una imagen de lo que pasó en su cultura, y es ahí, cuando nace la importancia de la escritura literaria como un signo de reconstrucción de la historia. Girando alrededor de las narraciones que necesitan escribirse, porque no hay únicamente una historia, sino que ésta, navega entre la multidisciplinariedad, entre lo diverso que es contar desde lo escrito, con sonidos metafóricos y disimiles, en todo caso: “mundos posibles”, en ocasiones más tortuosos e indescifrables, pero con un horizonte conversacional, como ocurre en el discurso del maestro Silvio Sánchez Fajardo (2010).

            Esa literatura que condensa lo que en un principio fue oral, se propone como una alternativa, una razón de cambio, de hacer perdurar en la memoria de los pueblos sus referentes de vida, costumbres, razones y objetivos de las funciones que se desarrollaron. Sin embargo, necesitan mantenerse vigentes con las citas y el retorno al texto, al awasca (al tejido). Es por eso, que la literatura -que viene de littera y significa letra- es donde la memoria se guarda, se reconstruyen, se re-inventa, se re-crea, se re-piensa. Ahí, lo cotidiano tiene trascendencia porque la palabra escrita ¡Tiene poder!, no un estado dañino sino un estado de libertad y recuerdo.

            Así, al llegar a una reflexión profunda del caso, hasta el momento se han enunciado los dos elementos importantes del lenguaje verbal: la oralidad y sus repercusiones y la escritura bajo su razón literaria. Entorno a ellos, han existido y seguirán existiendo debates inmensurables, los cuales dejan entrever una problemática cultural, resaltando siempre el papel de importancia de una sobre la otra.

            En todo caso, la conclusión que se rescata es que ninguno de los dos estados (oral y letra) son más importantes, sino que en los dos recae la tarea de complementarse para seguir reconstruyendo los imaginarios colectivos, pasando de la conversación a la re-creación escrita. En palabras de Diana Carolina Toro (2010) este punto será visto como “la interrelación entre la escritura y la oralidad, se observa un subtipo de forma literaria, intermediario entre ambos medios, que ha sido apreciado como etnoliteratura o etnotexto”.11

           ¿Qué se puede afirmar sobre la Etnoliteratura? A raíz de toda esa problemática, ya se puede establecer como en Latinoamérica nace un nuevo proceso que rescata lo oral y lo literario, denominándose como Etnoliteratura, que busca “arrancarle al viento la memoria de las cosas (…) es una crónica que recoge los textos que no han podido destruir el viento, ni el fuego, ni el recuerdo, porque tejen la historia que se mira en el espejo de la palabra, del mito, del canto, de la piedra, del gesto, de la danza, del rito. El que hacer de la Etnoliteratura pretende aproximarse a las raíces de los pueblos para encontrar aquello que defina y explique nuestro estar en el mundo”.12

            En la Etnoliteratura, estarán presentes todos los campos del saber, de allí, radica su designación como heterogénea, todos pueden hacer investigación etnoliteraria, desde el artista plástico hasta el escritor, el médico, el ingeniero, todos pueden aportarle a la resignficación de palabra oral y literaria. Por cuanto, “los estudios literarios colombianos están requiriendo de manera casi urgente un análisis de estas formas artísticas orales. Analizar los relatos orales desde una perspectiva estética, a partir de sus especificidades y de su contexto de creación, es decir, de la relevancia que tienen para la comunidad que los produce como preservadores de la memoria cultural”.13

            En este punto, cabe resaltar que dentro del Sur Occidente Colombiano se han adelantado construcciones teóricas sólidas que le permiten a la Etnoliteratura seguir creciendo como ciencia en permanente reflexión. En este Sur perteneciente a Aurelio Arturo (Morada al Sur), y que Silvio Sánchez lo dignifica cuando dice:

“En nuestro caso, somos y estamos en el sur en donde lo mágico apoya la vida. Este sur de Colombia que por tener límites con varios infinitos, finalmente es mundo sur. Sus humedales, sus montañas, sus ríos, los fantasmas que danzan en las madrugadas, los rostros sinfónicos, las lunas encantadas y las ausencias como presencia; todo, todo es bello”.14

Alrededor del Sur-occidente se encuentra la Universidad de Nariño, que mediante duros debates y procesos críticos bajo la participación de personajes como Bruno Mazolddi, Jame Guerrero, Silvio Sánchez Fajardo, Dumer Mamián, Jairo Rodríguez, Clara Inés Zúñiga, entre otros intelectuales, repensaron la labor de la literatura en la región Sur. Por eso, mediante el Acuerdo 243 de diciembre 17 de 1987, la Maestría en Etnoliteratura se consideró como un elemento importante dentro de los estudios de postgrado en la región Paramazónica (Nariño, Putumayo y Amazonas). Clarificando bajo la idea de “para ser universal, hay que conocer la aldea” (Tolstoi). Conocer los ancestros, la razón colectiva, la experiencia hecha literatura, de un mundo totalmente mestizo, donde el blanco, el negro y el indígena dieron lugar a nuestra dinámica de vida.

Por ejemplo, esto lo podemos apreciar en el Carnaval de Negros y Blancos que en el 2010 fue Declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En el cual, están latentes los imaginarios de la conversación y la literatura, que nos permitirá realzarlos y valorarlos en su uso.

En la actualidad, ya vemos que esos esfuerzos por valorar lo propio, lo diverso han dado frutos. Debido a que cada día están naciendo más reconstrucciones de la memoria colectiva que demarca el territorio, veamos por ejemplo:

"Cuando yo era pequeña creía que las chalinas eran tan pesadas que mi abuelita se cansaba mucho cuando usaba una de ellas. Pasaron los años y al crecer me di cuenta que efectivamente la chalina si pesaba toneladas, porque cada hebra se llenaba de la paciencia y ternura de la pequeña mujer que la llevaba puesta. Es que Mamita Señora era una mujer menuda, no medía más de 1.50 de estatura, pero sus historias alcanzaban la cumbre de lo infinito, por la sencillez de sus palabras y la dulzura de su voz al momento de contarlas.

Nunca quiso decirme como se enamoró de mi abuelo, cuando le preguntaba de su noviazgo o de su matrimonio, ella muy elegante comenzaba a recordar sus largas caminatas hasta llegar al Chorro, lugar donde se llenaban de agua los puros, porque esa era la única manera de tener agua en casa.

Gracias a sus historias aprendí que era necesario caminar largo largo, para llegar a la Iglesia del pueblo y escuchar la misa. Un día me dijo que la visita al Santuario de las Lajas era un viaje esperado por todas las muchachas de su tiempo, para este paseo se preparaba el avío, compuesto de papas y yucas al vapor, choclos y cuy asados, sin olvidar nunca el ají. Mamita Señora decía que todo el avío se envolvía en hojas de plátano, porque así llegaba tibiecito y con rico olor a campo.

Siempre amorosa, solía acompañar sus relatos con pan de suelo y una taza de café, muy caliente. Nosotros, soplando soplando, nos tomábamos todo el café, porque sabíamos que luego nos iba a dar pirulís y galletas en forma de animalitos, de esas que compraba en el mercado del Potrerillo. Fue muy bonito escuchar tantos pasajes de la vida de Mamita Señora, sobre todo porque mientras la escuchábamos, nos gustaba jugar en la mecedora y corretear por toda la cocina a los cuyes pequeños, a los cuyes malticos como decía ella. La abuelita muy paciente nos dejaba jugar, al pasar por su lado nos acariciaba el cabello y sonreía complacida.

Mamita Señora ya no está, se fue a una caminata, cerca de las Lajas, más allá de la vertiente del Chorro, de este paseo muchos dicen que ya no se regresa…La extraño mucho… Ahora únicamente me acompaña una de sus chalinas, grande, color ocre con una franja azul, ideal para el clima de mi tierra natal…También ideal para este clima de nostalgia que experimenta mi corazón cuando la recuerdo. Abrazo su chalina y todavía encuentro en ella las miguitas de felicidad que caían de sus ojos cada vez que me miraba.

-La bendición Mamita Señora
-El Señor la bendiga mijita”.

            En este texto de Dayra Galeano Palacios (2011), podemos clarificar esa razón de la compenetración de la oralidad y la literatura, en lo que se denomina como oralitura, uniendo los imaginarios y urdiéndolos de la tulpa al papel, en una prueba con el tacto y las imágenes sociales.

            Finalmente, en todo este recuento quedan muchas situaciones por plantear y muchas hipótesis por definir, pero una alternativa para seguir consolidando y rememorando todo el macrocosmos de la oralidad y la escritura, en toda su expansión es la Etnoliteratura  Expandida, donde caben todos las acciones narrativas orales, sus implicaciones escriturales y donde el mito, la leyenda y el cuento se siguen rememorando como procesos partícipes de toda nuestra heterogeneidad cultural.

NOTAS Y CITAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Estudiante de Primer Semestre de Maestría en Etnoliteratura.

2. TORO HENAO, Diana Carolina (2010). La oralidad literaria en Colombia. El caso de la Etnoliteratura. Editorial Sic. Fundación el Libro Total, p.6 [En Línea: http://www.ellibrototal.com/ltotal/nuevo_inicio.jsp?c=1] Consulta: 11/04/2012

3. VILLALBA, Ana (2012). La educación liberadora de Paulo Freire. CESA (Centro de Estudios Sociales Argentino). [En Línea: http://gemini.udistrital.edu.co/comunidad/grupos/lenidencultura/revista/revista%20enunciacion%20113%20sc/ENUNCIACI%D3N.8%20(TERM)/ARTICULOS/MALAVER%20RODRIGUEZ%20RODRIGO.pdf] Consulta: 12/04/2012

4. GALEANO, Eduardo (1971). Las venas abiertas de América Latina. Editorial Siglo XXI. México, p. 21.

5. CORNEJO POLAR, Antonio (1994). Escribir en el aire. Ensayo sobre la heterogeneidad socio-cultural en las literaturas andinas. Editorial Horizonte. Lima (Perú), p. 25. Primera Edición Agosto de 1994.

6. CUARTAS COSTA, Luis Fernando (2011). Los escenarios de la vida: artes escénicas y la vida cotidiana. Editorial Libros Libres: Textos para la compañía, Departamento de Bibliotecas. Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín. Número 16 Febrero de 2011, p.1

7. ZÚÑIGA ORTEGA, Clara Luz (1993). El espacio de la Etnoliteratura. Revista Sarance No 17. Instituto Otavaleño de Antropología. Otavalo (Ecuador), p. 41-57

8. NIÑO, Hugo (1989). Etnoliteratura, conocimiento y valores. Revista del Instituto Andino de Artes Populares (IADAP) No 4. Pasto (Nariño), p. 41-51

9. COLOMBRES, Adolfo (2009). Oralidad y literatura oral, p. 17 [http://www.lacult.org/docc/oralidad_09_15-21-oralidad-y-literatura-oral.pdf] Consulta 13/04/2012.

10. BELTRÁN QUINTERO, Mauricio (2011). Cambiar la realidad desde cada universo. Soñar y Disoñar por múltiples caminos. Asociación para el desarrollo campesino (ADC) Editorial Mundigráficas de Nariño. Pasto (Nariño), p.50

11. TORO HENAO, Diana Carolina (2010). La oralidad literaria en Colombia. El caso de la Etnoliteratura. Editorial Sic. Fundación el Libro Total, p.6 [En Línea: http://www.ellibrototal.com/ltotal/nuevo_inicio.jsp?c=1] Consulta: 11/04/2012

12. ZÚÑIGA ORTEGA, Clara Luz (1993). El espacio de la Etnoliteratura. Revista Sarance No 17. Instituto Otavaleño de Antropología. Otavalo (Ecuador), p. 41-57

13. TORO HENAO, Diana Carolina (2010). La oralidad literaria en Colombia. El caso de la Etnoliteratura. Editorial Sic. Fundación el Libro Total, p.6-7 [En Línea: http://www.ellibrototal.com/ltotal/nuevo_inicio.jsp?c=1] Consulta: 11/04/2012

14. SÁNCHEZ FAJARDO, Silvio (2010)… Y ahora preguntemos a los recuerdos. Editorial Universitaria. Pasto (Nariño), p. 15-16.

15. GALEANO PALACIOS, Dayra (2011) La Chalina de mamita señora. Revista Urcunina Literaria No 2. Medellín (Colombia), p. 60-61.